Compromiso ético: apoyo ambiental y social.
En diciembre de 2004, en Huancayo (Perú), nació Mishki durante un taller dedicado a Solanum tuberosum, el fruto de la patata. Inspirada por la biodiversidad y la pasión por la creación, tomó forma la idea de elaborar cremas de cuidado facial a partir de productos ecológicos autóctonos de Perú. Esta iniciativa es el resultado de una estrecha colaboración con las comunidades locales y los agricultores. La Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de San Marcos, con el apoyo de la Universidad de la Agraria La Molina, ha contribuido con estudios e investigaciones científicas.
"Mishki se inspira en una palabra quechua que significa dulce y que, fonéticamente, tiene un sonido muy agradable a la poesía, no sólo para los quechuahablantes, sino para todos en general".
La misión de Mishki no es sólo formular productos cosméticos a base de plantas peruanas, sino también mejorar la calidad de vida de las familias que cultivan estas plantas. La marca se compromete a proteger y preservar la biodiversidad y el medio ambiente.