La flor de ducha es un accesorio muy popular para duchas y baños. Combinada con un jabón o gel de ducha, hace espuma con estos cosméticos para transformar el lavado en un momento de suavidad y placer.
Sin embargo, las flores de ducha suelen estar hechas de plástico, que puede contener sustancias químicas nocivas para la piel, poco ecológicas y muy contaminantes. Afortunadamente, existen alternativas naturales que hacen espuma tan bien como las flores de ducha.
La primera alternativa es una esponja natural: la esponja de mar. Naturalmente suave, de textura espumosa y totalmente biodegradable, esta esponja limpia a fondo las impurezas de la piel y mejora la circulación sanguínea.
Si la esponja marina no es para ti, existe la esponja vegetal. Está fabricada con fibras naturales de calabaza seca. Muy suave con la piel, limpia y exfolia las células muertas y es biodegradable.
Otra opción es la esponja konjac. Fabricada a partir de raíces de konjac, es suave e hipoalergénica. Sus cavidades son finas y flexibles, ideales para pieles sensibles. Además, esta esponja se puede infundir con ingredientes activos como carbón activado o arcilla para tratar suavemente los problemas de la piel.
Por último, también existen guantes limpiadores naturales, como los guantes kessa utilizados en los hammams, que están hechos de microfibras naturales como el bambú, el cáñamo, el lino o la crin de caballo para limpiar los poros en profundidad.
Utilizando una flor de ducha natural, fácil de encontrar en Humasana, puedes cuidar tu piel respetando el medio ambiente. Y no olvides utilizar un limpiador natural como el jabón de Alepo, el jabón negro o el jabón de Marsella para cuidar aún mejor tu piel durante tu rutina.