Los eliminadores de cerumen son dispositivos diseñados para limpiar y proteger los oídos de impurezas e irritaciones. Ancestros de los bastoncillos de algodón, son especialmente útiles para las personas con oídos sensibles o problemas de cerumen. Pueden utilizarlos tanto adultos como niños.
Es importante limpiarse los oídos con regularidad para prevenir la acumulación de cera y evitar infecciones de oído como la otitis. Sin embargo, es fundamental hacerlo con suavidad y siguiendo las instrucciones del médico o farmacéutico. Una limpieza demasiado enérgica o inadecuada puede dañar el tímpano y provocar complicaciones.
Los bastoncillos de algodón tradicionales no están diseñados para limpiar el conducto auditivo, sino sólo el exterior de los oídos. Utilizarlos en el conducto puede empujar el cerumen hacia el interior del oído, creando tapones de cera, problemas de audición o perforando el tímpano.
Los tapones para los oídos suelen fabricarse con materiales más resistentes y sin plástico, como el acero inoxidable o el bambú, que son más prácticos, económicos, ecológicos y duraderos.
Para utilizar un limpiador de oídos, basta con raspar suavemente el cerumen. Si el cerumen es demasiado duro, puedes utilizar sprays para los oídos o solución salina para ablandarlo y facilitar la extracción.
También existen otros métodos para limpiar los oídos, como las velas para los oídos, que también puedes encontrar en Humasana.
Es importante no descuidar la higiene de los oídos para protegerse de irritaciones e infecciones. Recomendamos utilizar tapones para los oídos cuando nades o estés expuesto a ruidos fuertes, y llevar un gorro de baño o una toalla sobre las orejas cuando te duches. También es aconsejable secarse bien los oídos después de bañarse o nadar, para evitar un exceso de humedad.