La coenzima CoQ10, también conocida como ubiquinona, es uno de los antioxidantes más potentes, presente de forma natural en el cuerpo humano, pero cuya producción se reduce con la edad. Desempeña un papel crucial en la producción de energía celular metabólica y es esencial para la salud y el bienestar general.
La coenzima CoQ10 puede proteger las células contra los daños causados por los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y provocar un envejecimiento prematuro y diversas enfermedades. También puede mejorar la función cardiaca reduciendo la presión arterial y disminuyendo los niveles de colesterol.
Esta propiedad antioxidante lo convierte en un excelente ingrediente activo de los cosméticos antiedad para proteger la piel de los rayos UV y las arrugas.
Además de sus propiedades antioxidantes, la CoQ10 puede ser beneficiosa para las personas que sufren migrañas, fatiga crónica y trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson. También puede utilizarse durante el periodo de cicatrización y convalecencia tras una intervención quirúrgica.
La coenzima CoQ10 se encuentra en ciertos alimentos, como los frutos secos, en particular los anacardos, los cereales integrales como la quinoa, el arroz integral y el trigo integral, la carne roja y el pescado azul, así como en vegetales verdes como las espinacas y las hojas de remolacha. Sin embargo, también es posible obtener CoQ10 mediante suplementos.
Aunque la coenzima CoQ10 se considera generalmente segura, puede interactuar con ciertos medicamentos, por lo que es importante hablar con un profesional sanitario antes de tomar suplementos de CoQ10.