¿Acabas de volver de un largo día y quieres dejarte caer en la cama? No olvides desmaquillarte y limpiarte la cara. Durante el día, la piel del rostro acumula suciedad, bacterias y otras impurezas perjudiciales para la epidermis que pueden agredirla y favorecer su envejecimiento prematuro. Es el primer paso para mantener tu piel joven, limpia y radiante.
Una espuma limpiadora natural puede ser un producto muy popular, especialmente para una limpieza suave y profunda. Tiene una textura ligera y aireada que resulta fácil de masajear con movimientos circulares y deja la piel fresca. Una espuma limpiadora natural suele tener una fórmula suave e hipoalergénica. Esto significa que las espumas limpiadoras son adecuadas para distintos tipos de piel y, en particular, para la piel sensible. Si tiene la piel sensible o con problemas, le recomendamos que utilice una espuma limpiadora natural que contenga ingredientes naturales con propiedades beneficiosas para la piel:
Aceites vegetales nutritivos como el aceite de oliva, el aceite de coco o el aceite de jojoba.
Miel hidratante y antibacteriana. Ayuda a limpiar la piel, dejándola suave y flexible.
La avena es calmante y exfoliante. Ayuda a eliminar las impurezas y las células muertas de la piel.
El yogur natural es rico en probióticos y ácido láctico, lo que lo convierte en un ingrediente clave para la barrera cutánea.
El gel de aloe vera es calmante, hidratante y antiinflamatorio. Ayuda a limpiar suavemente y a calmar la piel irritada.
Se pueden añadir algunos aceites esenciales, como los de lavanda, árbol del té, manzanilla o menta, por sus propiedades antibacterianas, calmantes o refrescantes.
Pueden utilizarse aguas florales, como agua de rosas, agua de azahar o agua de manzanilla, por sus propiedades calmantes y tonificantes.
No dudes en incluir una espuma limpiadora natural en tu rutina de belleza para sustituir a las toallitas desmaquillantes y otros geles limpiadores. ¡Consigue una piel limpia y clara sin irritarla!