Las lociones, tónicos o tonificantes son un tipo de cosmético sin aclarado que se sitúa a medio camino entre la limpieza y el cuidado de la piel. Su finalidad es completar la limpieza de la piel, eliminando los restos de maquillaje, las últimas impurezas y los residuos. También ayudan a regular el sebo, tonificar la piel, suavizarla e hidratarla durante las rutinas de belleza. Después de utilizar un limpiador, la piel puede presentar rojeces y tirantez. Estas molestias están causadas por el agua del grifo, que a menudo contiene cal que irrita la piel.
De textura cremosa y líquida, las lociones faciales pueden aplicarse con un disco de algodón, una almohadilla o simplemente con la mano, usando las yemas de los dedos para añadir un toque de frescor.
Las lociones faciales y tónicos naturales son cada vez más populares entre los consumidores preocupados por su salud y el medio ambiente. Estas lociones calmantes se elaboran con ingredientes naturales, vegetales y ecológicos, como aguas florales o termales, lo que las hace más respetuosas con la piel, ya que no contienen productos químicos agresivos que puedan irritarla o resecarla.
Pueden usarlas todo tipo de pieles, pero según su composición e ingredientes, algunas son más adecuadas para pieles grasas o mixtas, mientras que otras lo son para pieles secas o sensibles. Por ejemplo, algunos pueden contener agua de rosas, aciano o hamamelis para calmar la piel. Otros contienen hidrosoles de limón, lavanda o té verde para cerrar los poros dilatados y reducir las imperfecciones.
Es importante elegir lociones faciales y tónicos naturales de alta calidad, fabricados por empresas éticas y respetuosas con el medio ambiente. También puedes optar por productos caseros, con ingredientes ecológicos de alta calidad. Esto te permite controlar los ingredientes utilizados y personalizar tu rutina de cuidado de la piel para adaptarla a tus necesidades y preferencias.