La creatina es un aminoácido natural sintetizado por el hígado, los riñones y el páncreas.
Muy apreciada por los deportistas para mejorar su rendimiento físico, la creatina es utilizada por los músculos para producir energía durante el ejercicio físico, el aumento de masa y la recuperación muscular. Se convierte en fosfocreatina, que se utiliza para producir trifosfato de adenosina (ATP), una molécula que suministra energía a las células. Cuanta más creatina haya disponible en los músculos, más rápido podrán producir ATP y más intensamente podrán entrenar.
Además de su papel en la producción de energía y la mejora del rendimiento físico al aumentar la fuerza y la resistencia de las células musculares, también puede ser beneficiosa contra trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer, ya que puede proteger las neuronas y mejorar la función cognitiva.
Como suplemento dietético, en forma de polvo para agitar, comprimidos o bebidas energéticas, la creatina natural puede proceder de varias fuentes naturales, cada una con sus propios beneficios.
Creatina animal: Esta creatina natural se obtiene de fuentes animales como la carne roja y el pescado azul. Se considera una fuente muy rica de creatina biodisponible, pero también contiene una cantidad significativa de grasas, como grasas saturadas y colesterol.
Creatina de origen vegetal: Esta creatina natural se obtiene de fuentes vegetales como legumbres como las lentejas y los garbanzos. Se considera una alternativa más saludable a la creatina de carne roja, ya que contiene menos grasas saturadas y colesterol.
Creatina de microorganismos: Esta creatina se obtiene de microorganismos como las setas y las algas. Se considera una alternativa saludable a la creatina de origen animal y a la creatina sintética de laboratorio.
La deficiencia de creatina es poco frecuente. Sin embargo, es posible desarrollar una deficiencia de creatina con una dieta vegana o vegetariana estricta. La deficiencia de creatina puede provocar síntomas como fatiga, debilidad muscular y pérdida de peso.
Sin embargo, el consumo excesivo de creatina puede provocar efectos secundarios como calambres musculares, dolores de cabeza y problemas digestivos. También puede aumentar la tensión arterial y afectar a la función renal.
Es aconsejable no superar la dosis diaria recomendada de creatina, que suele ser de 3 a 5 gramos al día. También es importante beber suficiente agua cuando se toma creatina, ya que puede aumentar la deshidratación. Por último, la creatina puede interferir con ciertos medicamentos, por lo que es aconsejable hablar con un profesional sanitario antes de tomarla como suplemento.