El aceite de jojoba (Simmondsia chinensis) es un aceite vegetal obtenido de las semillas de jojoba, un arbusto originario del desierto de Sonora, en México. Cada vez es más popular en cosmética por sus múltiples beneficios para la piel y el cabello.
El aceite de jojoba es rico en vitaminas, sobre todo vitamina E, y minerales como el zinc, el cobre y el selenio, así como en ácidos grasos insaturados como el ácido linoleico (omega-6) y el ácido oleico (omega-9). El aceite de jojoba es rico en insaponificables, como fitoesteroles, carotenoides y tocoferoles. Contiene ceramidas, escualeno, lanosterol y triterpenos.
Estos nutrientes le confieren propiedades hidratantes, nutritivas y regeneradoras de la piel y el cabello. Puede ayudar a reducir la aparición de arrugas y manchas de la edad, mejorar la elasticidad de la piel y reducir las rojeces y la irritación.
Gracias a su composición, similar a la del sebo de la epidermis, el aceite de jojoba penetra rápidamente y no es comedogénico. Puede ayudar a regular la producción de sebo, reducir la inflamación y eliminar las impurezas de la piel, tratando la piel grasa y mixta a propensa al acné, al tiempo que protege la piel seca.
El aceite de jojoba también es beneficioso para el cabello. Nutre e hidrata el cuero cabelludo, favoreciendo el crecimiento del cabello y haciéndolo más fuerte y brillante. También es eficaz para combatir la caspa y el picor del cuero cabelludo.
Se recomienda su uso como aceite de tratamiento hidratante, aceite de masaje o ingrediente de cosméticos para el cuidado de la piel y el cabello.
Cuando elija aceite de jojoba, asegúrese de que es de la máxima calidad para aprovechar al máximo sus beneficios. Elija el aceite de jojoba ecológico de Humasana, prensado en frío, sin pesticidas ni restos de productos químicos.