El agua floral de aciano se obtiene de las flores de la planta aciano (Vaccinium corymbosum), originaria de Norteamérica. Los amerindios ya utilizaban las hojas, bayas y flores de esta planta para tratar diversas dolencias, entre ellas el dolor de ojos.
Con el paso de los siglos, las propiedades curativas del hidrosol de aciano fueron descubiertas por los colonos europeos que emigraron a Norteamérica. Utilizaban el agua de aciano para tratar los ojos cansados, las contusiones y los cortes.
Hoy en día, el agua de aciano es un ingrediente esencial en los cosméticos antibolsas y antiojeras, gracias a sus propiedades calmantes y descongestionantes. El agua de aciano se obtiene destilando las flores de la planta. Su composición es rica en antioxidantes como los flavonoides y las antocianinas, que ayudan a proteger la epidermis contra los radicales libres y a prevenir los daños causados por los rayos UV. También contiene vitaminas A, C y E, que ayudan a reforzar la barrera cutánea y a mantener un cutis bonito y radiante. También contiene ácidos orgánicos, como el ácido málico y el ácido cítrico, que ayudan a equilibrar el pH de la piel y a regular el exceso de sebo en las pieles grasas y mixtas, así como taninos astringentes y antiinflamatorios.
A la hora de elegir un agua floral de aciano, lo mejor es optar por el agua de aciano ecológica certificada que ofrece Humasana, de calidad superior para garantizar la pureza y concentración de principios activos en la fórmula.
El agua de aciano ecológica se obtiene de las flores del aciano silvestre, sin pesticidas ni productos químicos, y es mucho mejor tolerada e hipoalergénica. Por lo tanto, es más adecuada para pieles sensibles, que sufren alergias o problemas cutáneos como eccemas o psoriasis.
Para utilizar el agua floral de aciano ecológico de la forma más sencilla y natural posible, basta con aplicar compresas empapadas sobre los ojos cansados para calmar el enrojecimiento, la inflamación, los párpados hinchados, las ojeras y la hinchazón. También puede utilizarse como limpiador suave con un disco de algodón para desmaquillar, o como pulverizador para refrescar e hidratar la piel seca. También puede añadirlo a su rutina de cuidado de la piel como ingrediente clave de su tónico o crema hidratante.